El reconocimiento del arte digital sí atraviesa por momentos difíciles, pero igual el problema está en que la sociedad, todos en general, no estamos preparados a lo que supondría la aceptación del arte digital. Por un lado, este arte defiende la disolución de autoría (Principio de la Buhaus). ¿Estarían dispuestos los círculos elitistas del arte a no ser reconocidos ni intelectual ni económicamente?.
El derecho a la libertad de información y copia, que también defiende el arte digital, atenta contra el mercado cultural y artístico. Las nuevas tecnologías abaratan costes y ésto perjudica la todas las empresas que comercian con la cultura.
El arte digital promueve la libertad de la cultura en la red, pero esto no significa que no puedan obtener ingresos en directos, conciertos, cines... Lo que se denuncia es la influencia institucional en el arte, que en tiende ha explotar de manera exagerada la cultura para obtener beneficios. Pagan sumas elevadas de dinero a sus artistas reconocidos, venden los productos artísticos muy caros, manipulan el consumo dejando al margen otros tipos de cultura, etc. Todo lo que no beneficia al mercado, no beneficia a la sociedad, esta es la idea. El arte digital atenta contra todos estos principios a los que llevamos siglos acostumbrados, y no es tan fácil aceptar las consecuencias que traería.
Otro punto interesante es que internet ha abierto un campo de comunicación bastante libre y eficaz. Es una herramienta que quita poder, y tampoco interesa.
Por último, está el tema de las instituciones. Ellas son las encargadas de reconocer al arte digital como tal, y solo lo harán cuando vean negocio. Cuando este arte les sea rentable. Ya existen algunas instituciones que exponen arte digital, pero un gran circulo de esta nueva corriente opina, que este arte no puede institucionalizarse porque pierde su esencia y su función. Es un arte para ser distribuido o por internet o en espectáculos o performances en directo. El llevarlo a un museo le cambia su estética y atenta contra uno de sus principios. Es un arte que lucha contra el sistema, las instituciones, el mercado. No tendría sentido aliarse con tu enemigo si se quieren mantener los principios.
Cuesta aceptar que el arte digital pueda elevarse a la categoría de arte, el arte tecnológico no es estético y sus principios atentan contra la concepción de lo que hoy consideramos arte. Pero ¿está la sociedad dispuesta o preparada a aceptar lo que el el arte digital? No es una forma de escudarse el argumentar conceptos de forma o estéticos, cuando lo que en realidad lo que tienen es miedo a que el sistema cambie. el arte por fin vuelve a tener voz, a inventar, a criticar y des-estabilizar, y esto no gusta porque atenta contra el capitalismo.
Monday, December 18, 2006
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